Los hechizos de amor pueden mudar la vida de las personas para bien, ya sea ayudándolas a localizar a su pareja ideal, recobrando el amor de un ser amado, lograr amor y otras muchas más. Debes iniciar por visualizar la persona que amas y que deseas atraer con este hechizo. Coloca una rosa roja fresca en tu altar Pronuncia tu deseo de amor y queja las fotografías juntas con la cera de la candela roja. Enciende la vela y mientras sostienes las manos sobre la llama di: Stepitali Melutasi Rabubo Ro Ro (nombre de la persona) Stepitali Melutasi Rabubo Balika Ro Ro (tu nombre) Hambuta Salika Te Te. (Repite tres veces).
Realmente bien, todo depende, puesto que no es exactamente lo mismo si duraste con una pareja un mes a si duraste un año verdad?, ahora con estos hechizos de amor con fotos a fin de que vuelva, vas a lograr que esa persona sienta de nuevo por ti esas cosas que ya antes sentia, va a empezar a extrañarte, a recordarte y a soñar contigo lo que va a dar como resultado que esa persona vuelva contigo.
Aquí aprenderás de qué manera hacer un hechizo de amor con una fotografía. Los amarres de amor con fotografías, deben realizarse con paciencia y proseguir los pasos convenientes. Los amarres de pareja pueden hacer que tengas siempre amarres de amor junto a ti a aquel hombre mujer siempre y en toda circunstancia te ha atraído, de una forma muy sencilla.
Muy rápido, antes de que la cera seque y solidifique, aplasta una cinta de color rojo, lana hilo, de forma que ambas fotos queden unidas por la cinta. Por supuesto, algunas personas prefieren el papel de pergamino comprado, y hasta lo recortan esmeradamente con tijeras, y el hechizo aún de esta manera marcha.
Los hechizos con fotografías se emplean generalmente para hacer el mal a alguien para amarrar a alguien. El hechizo con fotografías es un hechizo de amor clásico utilizado en muchas etnias. En esta brujería con fotos, además de la fotografía de tu amor, necesitarás un plato, tu perfume preferido y una vela de color colorado.
En la mitología griega, Ares (en griego antiguo Ἄρης) se considera el dios olímpico de la guerra, aunque es la personificación de la brutalidad y la violencia, así como del tumulto, confusión y horrores de las batallas,[1] en contraposición a su hermanastra Atenea, que representa la meditación y sabiduría en los asuntos de la guerra y protege a los humanos de sus estragos. Los romanos lo identificaron con Marte, dios romano de la guerra y la agricultura (al que habían heredado de los etruscos), pero este gozaba entre ellos de mucha mayor estima.
A pesar de ser identificado como dios de la guerra, no siempre sale victorioso en los combates. De hecho, resulta varias veces herido, sobre todo en sus enfrentamientos con su hermanastra Atenea, divinidad también guerrera. También resultó herido dos veces por Heracles y humillado por Hefesto. Se lo representa como hijo de Zeus y Hera, aunque existe una tradición posterior según la cual Hera lo concibió al tocar una determinada flor que le ofreció la ninfa Cloris, en lo que parece ser una imitación de la leyenda sobre el nacimiento de Hefesto, y es recogida por Ovidio.[2] También existe una leyenda similar sobre el nacimiento de Eris, diosa de la Discordia. Su lugar de nacimiento y auténtico hogar estaba situado lejos, entre los bárbaros y belicosos tracios,[3] y a este huyó cuando fue descubierto acostándose con Afrodita.[4]
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