Hechizo Para Que Vuelva Arrepentido. Luego vas a dejar que se consuma la vela y cuando esto pase vas a tomar la foto y la vas a doblar, después la metes en tu cartera y la sostienes allí hasta el momento en que esa persona vuelva junto a ti. En ningún caso debe ser visto por los ojos de otra persona, especialmente la persona involucrada en este hechizos de amor con fotografía.
UTILIZAR UN MATERIAL EN LA MAGIA PUROS, ALFILERES, MUÑECOS, FOTOGRAFIAS, ETC TIENEN UN SENTIDO, TANTO FISICO COMO ESPIRITUAL. Todos estos hechizos y amarres de amor han sido probados y son efectivos tanto en la teoría como en la práctica. Lo primero que te solicitaré ya antes de comenzar este poderoso hechizo de amor con foto es que prestes mucha atención a cada paso que te indicaré, puesto que se trata de uno de los rituales más efectivos dentro de la magia blanca.
Tradicionalmente, se sugería utilizar papel blanco para una persona blanca, papel cobrizo para alguien moreno, y papel negro para alguien de piel obscura, mas en estos días el género hechizo de amor con cigarro de papel que utilices puede ser sencillamente una cuestión de estilo personal. 1. Toma un lápiz y escribe el nombre de la persona y tu nombre sobre el trozo de papel de pergamino.
Aquí aprenderás de qué forma hacer un hechizo de amor con una foto. Los amarres de amor con fotos, deben realizarse con paciencia y seguir los pasos adecuados. Los amarres de pareja pueden hacer que tengas siempre y en todo momento a tu lado a aquel hombre mujer siempre y en toda circunstancia te ha atraído, de una manera sencillísima.
Vas a precisar asimismo una candela roja, un papel rojo y cinta roja. Goteando cera de la vela, pon un tanto de forma rápida sobre tu foto, y un poco sobre la fotografía de la otra persona. Cuando se termina de hacer esto se enciende una candela también de color negra, se pone la foto delante de la vela negra y se expresa de forma clara el deseo que tengamos en relación a esa persona.
Escudo de San Pedro
Simón Pedro (Betsaida, finales del siglo I a. C.-Roma, c. 67), conocido también como San Pedro, Cefas o simplemente Pedro fue, de acuerdo con múltiples pasajes neotestamentarios, uno de los discípulos más destacados de Jesús de Nazaret. Su nombre de nacimiento era Simón bar-Jona[5] y era pescador de oficio en el mar de Galilea. Por su seguimiento de Jesús de Nazaret, se constituyó en el apóstol más conocido y citado del Nuevo Testamento en general y de los cuatro evangelios canónicos y los Hechos de los Apóstoles en particular, que lo presentan bajo muy variados aspectos. También es citado por Pablo de Tarso en sus epístolas, incluyendo la Epístola a los gálatas donde lo refiere como una de las tres columnas de la Iglesia de Jerusalén.[a] Figura de primer orden y de firme valor teológico en razón del ministerio que le confió el propio Jesucristo, es también conocido como el príncipe de los apóstoles.[6] Dado el prestigio del que gozó en la Iglesia primitiva, proliferaron también los «escritos apócrifos» centrados en su figura, como el Evangelio de Pedro, el Apocalipsis de Pedro, los Hechos de Pedro, los Hechos de Pedro y Pablo, entre otros.[6]